Crystal Lagoons®, la multinacional de innovación en agua, hoy tiene conversaciones avanzadas con los principales operadores de malls, cajas de compensación e hipódromos, entre otros, para desarrollar lagunas de acceso público, conocidas como PALs (por sus siglas en inglés, Public Access Lagoons) con playas de arenas blancas. Cualquier persona puede acceder a ellas previo pago de un ticket e incluyen variados servicios de entretención y gastronomía.
A nivel mundial, estos proyectos comenzaron hace un año a tener un fuerte despegue para la compañía ligada al bioquímico chileno, Fernando Fischmann, pues hace seis meses superaron el 50% de los contratos de la firma y hoy ya explican el 60% de estos.
“Nos hemos focalizado fuertemente en el sector privado, lo que provocó un mayor interés por parte de los inversionistas privados. Hoy, todos los esfuerzos de Crystal Lagoons están en este ámbito”, comenta el director ejecutivo de la firma, Cristián Lehuedé.
Agrega que a los inversionistas les inquieta que proyectos de este tipo existan donde no se pueda asegurar “un buen nivel de mantención, perjudicando el producto”.
Lehuedé sostiene que los proyectos tradicionales -de viviendas, por ejemplo- donde han desarrollado lagunas, siguen siendo dinámicos a nivel mundial. “Pero la novedad es que un gran número de ellos están siendo diseñados con sectores privados -inmobiliario- y con áreas independientes de acceso público. Esto también está ocurriendo en Chile”.
El ejecutivo afirma que en nuestro país “pensamos que este año se van a concretar varios proyectos”. Indica que la proyección de la compañía es materializar 16 PALs en territorio nacional.
Según la firma, una laguna artificial promedio requiere una inversión de US$ 3 millones -costos de construcción-, pero puede generar ingresos por US$ 15 millones anuales, con bajos costos de operación.
“Según el país, el valor de los tickets fluctúa entre US$ 10 y US$ 30 por persona y Crystal Lagoons obtiene un porcentaje como royalty de las entradas o invierte directamente”, explica Alastair Sinclair, director regional de Crystal Lagoons para Asia.
La primera laguna de acceso público que desarrolló Crystal Lagoons y que está completamente operativa fue en la isla de Bintan, cerca de Singapur. La segunda se ubica en Turquía en la zona de Onikisubat, en asociación con el municipio local. Asimismo, en Estados Unidos -nación que concentra la mayor cantidad de iniciativas-, en los proyectos inmobiliarios de Epperson (Florida) y Balmoral (Texas), se estableció una zona de acceso público con tickets por persona de US$ 25 como entrada.
Una de las próximas iniciativas que estrenará la empresa de Fischmann será en Tailandia, uno de los principales destinos turísticos del planeta. En marzo, abrirá una laguna artificial pública de 1,7 hectáreas en la isla de Phuket, reconocida por sus playas paradisiacas o por estar en la zona donde Leonardo DiCaprio grabó la película La Playa.
El proyecto en Phuket, denominado Blue Tree Phuket, espera recibir 1,5 millones de visitantes el primer año, principalmente procedentes de China, Rusia, Australia, Alemania, Corea del Sur y Francia. La laguna cristalina incorpora un anfiteatro para espectáculos, 17 restaurantes y 70 locales comerciales, proyecto que en su totalidad representa una inversión de US$ 46 millones.
La compañía también prevé una iniciativa en Hong Kong, que será parte de un parque público con una laguna de 2,8 hectáreas. También en Asia, Crystal Lagoons ingresó a Vietnam con una laguna de 6,1 hectáreas en Hanoi.
Lehuedé destaca que otras PALs en construcción están en Estados Unidos: Jungle Island (Florida), Pittsburgh (Pensilvania) y Land Tejas (Texas). Asimismo, destaca el proyecto Alovera en España, Tilal al Ghaf en Dubái y el de Diamniadio Lake City en Senegal, que alberga la oficina regional de la ONU y Cámara de Comercio.
En Italia se planifica una PAL en las cercanías de Milán. En resumen, en América Latina la firma avanza en 40 proyectos de acceso público, en África son 13, 12 en Medio Oriente, 11 en Asia, 10 en Oceanía y nueve en Europa.